
Este viernes 20 de Julio, la Assemblea de La Verneda-Sant Martí, que impulsa el Moviment del Poble, acudió en solidaridad con los afectados por la hipoteca relacionados con la entidad bancaria Catalunya Caixa.
La acción la convocó la PAH, y fue apoyada por la Assemblea, como decía. Se acudió al centro, a la sucursal situada justo al lado de la Pedrera, flamante icono de la “Obra Social” de esta entidad. Por cierto, que les pregunten a los trabajadores de la Pedrera, muchos de ellos mediante subcontratas –en realidad ETT’s camufladas- si los sueldos y condiciones laborales son de “Obra Social” o más bien de “Ruina Social”.
A lo que iba. Justo encima de la sucursal, una enorme y flamante bandera de la Unión Europea ondeaba en el balcón de la sede en Barcelona de la Comisión Europea (UE), institución que vela por los intereses de los bancos, grandes multinacionales y empresas.
Todo una metáfora en apenas 15 metros de diferencia de los poderes fácticos, hipocresía y descaro con el que el Passeig de Gràcia, espejo, vitrina expositora de la miseria y grandeur de la burguesía catalana e internacional, nos brindó en la veraniega mañana.
Alrededor de 150 trabajadores ocuparon esta oficina con la única intención que varios casos de ejecuciones hipotecarias se paren -nada más y nada menos-. Lo único, y aquí está la cosa, que se exige es que el banco se quede el piso de los afectados y se cancele la deuda contraída con ellos (dación en pago).
A pesar de que uno piense que esto de la dación es un negocio redondo para el banco (se queda el piso, el capital invertido en él, el capital de la hipoteca, la plusvalía si la hubiere, los intereses acumulados, las reformas de mejora, etc., etc.), y que quizás, la solución real y efectiva sea que nadie se quede sin derecho efectivo a la vivienda –derecho reconocido incluso por nuestra monárquica Constitución-, y esto pase por medidas contundentes, se debe estar, y la Assemblea estuvo, sin condiciones como siempre, y apoyando todos y cada uno de los casos, sean del barrio o no.
Una acción contundente, en la que 150 personas se solidarizaron durante más de 3 horas, hasta arrancar in extremis un compromiso de la entidad bancaria de negociación y aceptación de daciones en pago de pisos. Solo entienden un lenguaje.
Llego a conclusiones, después de oír y horrorizarme por la crueldad de uno de los casos expuestos más adelante, el cual subrayo:
¿Cómo establecer puentes de comunicación con un sistema que privatiza empresas públicas rentables, una tras otra, precariza y destruye empleo, y privatiza hospitales, ambulatorios para que se forren las aseguradoras y mutuas…después de recortar en ambulancias, cobrar radiografías, meter impuestos hasta a los enfermos crónicos y cerrar urgencias?
¿Cómo se puede ni tan solo intentar acercarse a un sistema que ataca las pensiones de nuestros mayores y nuestras personas dependientes, y le abre las puertas del sistema de pensiones a la banca y aseguradoras para que se forren con nuestros ahorros de toda la vida, y permiten estafas como las preferentes y subordinadas?
¿Cómo hablar con un sistema que malversa dinero público, que debiera destinarse a la enseñanza pública a la que están matando, y lo desvía de 1000 formas diferentes a la enseñanza concertada (privada)?
¿Cómo razonar con un sistema que deja cada día decenas de trabajadores desahuciados en Sant Martí?
¿Cómo nos podemos sentar en una mesa para despachar tranquilamente con los verdugos de los derechos de los trabajadores, con los que han destruido la negociación colectiva, y nos han llevado al mundo del trabajo de finales del s. XIX?
¿Cómo dialogar con un sistema que ayer viernes, en la Sucursal de Catalunya Caixa del Passeig de Gràcia, en la Barcelona Chic, turistíca y glamorosa, en la Pedrera, justo debajo de la Comisión Europea (UE), con las leyes que ha emitido esta UE en la que se dice es legal financiar con dinero de los trabajadores la bancarrota de la banca… quería dejar sin casa, en la calle, a una señora enferma terminal con dos hijos, y encima pasarle la deuda a éstos?
¿Cómo? ¿Cómo? Sí, sí…han leído bien, estimados y estupefactos lectores: Catalunya Caixa quería ayer dejar a una señora enferma terminal en la calle, quedarse su casa, quedarse el dinero que ha aportado a la hipoteca (sobrevalorada, claro está), quedarse los intereses abonados y por abonar, quedarse las plusvalías, dejarle la deuda remanente y pasársela a los hijos en caso de fallecimiento, y el pago de los impuestos pendientes…
¿Cómo permiten los políticos al servicio de la Unión Europea y de la oligarquía estas aberraciones? ¿Cómo es posible tamaña aberración?
¡No hay nada que negociar! ¡No hay nada que hablar! ¡Con estos políticos al servicio de la burguesía, de la UE y de la monarquía borbónica, herederos del fascismo, no hay nada que negociar, salvo cómo y cuándo entregan el poder a los trabajadores y trabajadoras!
Àlex de la Fuente